¿Y la policía?

Actualmente no existe policía municipal en la isla.

Desde el inicio del mandato de la actual alcaldesa los policías municipales brillan por su ausencia en los cruceros, en las calles y colonias de la isla, y cuando la ciudadanía llama por alguna emergencia al famoso C4 (centro de inteligencia creado por las brillantes mentes campechanas), llegan 2 horas después, si es que llegan.

Ante el crecimiento desmesurado de la población y por consiguiente del parque vehicular, Carmen se ha vuelto un caos;  en las horas picos todo se vuelve una locura, nadie dirige el tráfico, las salidas de los colegios son un cuello de botella; a la alcaldesa se le ha olvidado, o nadie le ha dicho, que la policía municipal tiene funciones muy especificas tanto en el bando municipal, como en la Ley de Vialidad.

La policía municipal, es la encargada de  regular el orden público y la vialidad en la ciudad, y es lo que menos hacen. Se dedica únicamente a circular en convoys junto con la Policía Estatal Preventiva y con la Armada de México, como si ellos fueran a resolver la situación que impera con la delincuencia organizada; craso error: esa no es función de la policía municipal;  además instalan retenes en cuanto lugar se les ocurre para nada más que extorsionar a la ciudadanía. Cada vez es más grande el descontento de la población al respecto.

Hoy no hay policías en motocicletas por las calles,  ni en bicicleta en el centro de la isla y por ende los raterillos de banqueta se han incrementado en el primer cuadro de la ciudad.

En los cruceros donde deben de estar policías dirigiendo el tráfico ni sus luces, pero los pueden localizar fácilmente en las colonias alejadas de la isla, tras de una esquina o en los pinos de Playa Norte descansando del fuerte calor o de una brutal cruda mata bichos.

No hay policía municipal que vigile y regule el tráfico, y eso ha convertido Carmen en un lugar desquiciante. Por sentido común, por dignidad, por nuestro propio bien, exijamos que la policía trabaje como deberían hacerlo.